La palabra elegida no podía ser otra. Para acabar este proyecto he querido homenajear a la cámara y al objetivo que he utilizado, fundamentalmente, durante todo este año. La de hoy está hecha con otra, claro, pero no quería terminar este trabajo sin que ella apareciese en escena. Y como esto ha ido de palabras, ¿por qué no fotografiar la propia palabra?. El resultado es este:
Se trata de 11 fotos apiladas, tomadas para esta ocasión con una Fuji X-e2 y el 35mm f/2. La X-e2 fue mi primer cuerpo de cámara de objetivos intercambiables Fuji (ya tenía la X-100s). La compré en lo que salía al mercado la X-pro2, con la idea de venderla después, pero no he tenido corazón, y se ha quedado como segundo cuerpo y como la cámara que mis hijos se llevan de viaje. Para ellos compré un 18-55 f/2.8-4 que, para ser un zoom, no está nada mal (no terminan de entender esa manía que tiene su padre por los objetivos de focal fija). Las fotos están hechas a ISO 200, f/8 y 1/15s, que han sido los parámetros más utilizados a lo largo de este año, si no me equivoco.
He disfrutado mucho con este proyecto. Cuando lo empecé, ni siquiera estaba seguro de que pudiera acabarlo. Ha sido un año de cambios en el trabajo, y eso supone siempre más estrés. Pero siempre he encontrado un rato para hacer la foto. En realidad esto no acaba aquí. Ya he comentado alguna vez que el proyecto merece la pena verse entero, y en eso estoy. Más o menos en marzo podréis verlo en pantalla grande. Algunas de las fotos aparecerán en alguna exposición; ya os avisaré cuando eso vaya a ocurrir. Y quizá haya algo más, pero aun no es seguro, y de las cosas no seguras es mejor no hablar.
Antes de despedir el proyecto quiero dar las gracias a Fernando Méndez, por su idea de liarnos en ese proyecto, y a tod@s los que habéis estado ahí, leyendo el blog o viendo las fotos a través de cualquiera de las redes sociales. Como dice Chema Conesa, una vez que el fotógrafo muestra sus obras al público, éstas dejan de ser suyas y pasan a ser de quien las ve. Espero que hayáis disfrutado tanto como lo he hecho yo haciéndolas.
Por último quiero acordarme de manera especial de mi familia. Han soportado mis excursiones semanales a la buhardilla durante unas cuantas horas para hacer cada una de las fotos, y lo que es más importante, me han aportado esa inspiración que yo no tenía cuando llegaba el domingo y no sabía que puñetas fotografiar. Gracias.