Con la RSFZ nos une (a la Agrupación Fotografica de Guadalajara) una union especial. Estamos cerca, y una buena parte de nuestra provincia se siente mas aragonesa que castellana. En 2013 organizamos una exposición conjunta "Con otros ojos", que fue expuesta en Guadalajara (aquí tenéis el video de la inauguración) y en Zaragoza. Además me une una amistad personal con Antonio Morón, que además de ser miembro de la Real, es secretario de la Confederación Española de Fotografía.
Durante dos años hemos co-organizado el Circuito Ibérico de Fotografía, que incluía su salón de otoño y nuestro concurso aniversario, además de tres salones más. Lamentablemente, al cambiar de fechas el Circuito, para no hacerlo coincidir con tantos concursos, el Salón de Otoño de Zaragoza ha dejado de formar parte del mismo.
Pero no hay mal que por bien no venga... No puedo presentarme al Circuito porque soy uno de los organizadores (y no estaría bien...). Sin embargo, este año sí he podido presentarme al 93º Salón Internacional de Otoño de la RSFZ, y he obtenido dos premios, que no está nada mal.
Ambas son fotos conocidas, aunque una de ellas en un formato diferente. La primera ha obtenido una medalla de bronce de la RSFZ, lo que supone un 5º premio (de 152 fotos presentadas) en la categoría "Fotografía creativa" en papel. Además, podréis ver la fotografía en la exposición que se organizará en Zaragoza con una selección de las obras premiadas:
Se trata de una foto hecha en su momento para un concurso social de la AFGU en el año 2010, con tema "La luna que nos mira", que colaboró a que aquel año ganara la edición del social en "monocromo". Como veis es una versión más onírica, en azules.
Algún tiempo después la mandé a la Liga interagrupaciones, en este caso, en formato vertical, y me sirvió para ser el mejor clasificado de la AFGU:
En los últimos tiempos presento la version en color que habéis visto más arriba, y que es el resultado de colorear "a mano" la foto original en azul. El proceso consiste en seleccionar zonas con una máscara y pintar con un pincel en modo color hasta conseguir el tono deseado. Es laborioso, pero deja unas imágenes como si fueran de principios de siglo, que me gustan mucho.
En cuanto a la foto, tengo que repetir (lo digo cada vez que se la enseño a alguien) que es una sola toma. La luna colgaba de unos hilos de sedal (que luego borre con cierto cuidado) y la iluminación es muy indirecta, para que no hubiera sombras duras. La niña que mira a la luna es mi modelo favorita ;). Está hecha con la Canon 400D y el 18-200 de Tamrom que tenía "soldado", a 28mm, f/11 y 1/200. El ISO es 100. Como os digo, la iluminación es mediante un flash separado de la cámara, con un paraguas blanco como difusor.
En una próxima entrega os mostrare la segunda foto premiada. Hasta entonces, disfrutad de la luna...