martes, 5 de diciembre de 2017

Detrás de la cámara

Nuevo concurso social en la AFGU y nuevo reto para mi "año de los retratos". En esta ocasión, el tema ha sido "detrás de la cámara". En los primeros momentos ya me imagine en un autorretrato delante de un espejo. Quería darle un toque diferente, y mi primera idea fue hacer una imagen surrealista. Pretendía que el espejo flotara en un bosque, y que lo que viera reflejado en él, además de mi cara, fuera un desierto. Para ello hice una foto en la que el espejo estaba en una pared de color uniforme, y el reflejo era otro color uniforme. En este caso, dos verdes diferentes. La foto está tomada con dos flashes de estudio a los lados con sendas ventanas de luz (se ve perfectamente la iluminación en los dos lados de mi cara). Los datos técnicos son: Fujifilm X-Pro2 con el 56mm f/1.2 a f/11; la velocidad, 1/250 para sincronizar los flashes, y el ISO, 200. La potencia de los flashes no merece la pena que la ponga, creo yo, porque dependiendo de los que tengáis, la distancia y los pasos de potencia dependerán.

La idea que tenía era cambiar cada fondo verde por una de las dos imágenes (selva y desierto), para generar una sola imagen. Si no sabéis como se hace, la idea es hacer una selección de color en Photoshop que nos permita hacer una máscara con la que mostrar solo la parte que quieres en una capa superior a esta foto. Luego hay que tener cuidado con los bordes de la figura que aparece, porque no siempre están muy allá. El caso es que una vez hecho el experimento, lo que quedó me gustaba tan poco que no me atrevo ni a mostrároslo... El problema no era técnico, que la cosa quedó muy integrada. Simplemente, la imagen resultante generaba nauseas.

Buscando qué poner como "paredes" de esa habitación recreada recordé unas texturas que fotografié para poner como tramas en algunos bodegones (ojo con eso, que si te pasas, la cosa queda horrible). El caso es que puestas en su sitio correcto y jugando con las iluminaciones, la foto quedaba bastante más presentable.

Para completar la imagen, hice un virado a sepia con unos valores que me gustan especialmente y le añadí un poco de grano artificial, para darle un sabor antiguo. El remate consistió en añadirle un borde de fotografía recortada con guillotina de picos con un borde negro para resaltarlos. Todo esto os lo contaré con detalle otro día, cuando os muestre las fotos que preparé para la batalla olvidada de Abánades de este año.

La foto final es ésta, que ha quedado tercera en esta ocasión, lo que me ha permitido auparme al 8º lugar de la clasificación general, que no está nada mal...