martes, 8 de septiembre de 2015

Transfiriendo fotos a madera

Hace algún tiempo leí una entrada de un post que, lamentablemente, ha desaparecido de la red. Como hago con muchas páginas que me gustan, tenía su enlace en un archivo de páginas a revisitar de vez en cuando, para buscar nueva inspiración. Eso me ha motivado a preparar una entrada para contaros este proceso que, os aseguro, genera unos resultados más que interesantes.

¿Qué necesitamos?

En primer lugar, una foto. Parece una perogrullada, pero necesitaremos una fotografía que quede bien una vez que la transfiramos. Para esto nos tendremos que dejar guiar por el instinto, pero seguro que pronto encontráis una adecuada en vuestro archivo. Yo voy a utilizar estas dos, porque me interesa preparar un díptico. Como veis son fotos que ya he procesado en monocromo, con un viraje a sepia. Si la foto funciona en estos tonos, tenéis un buen porcentaje de éxito asegurado.

En segundo lugar, una impresora láser. ¿Láser?. Si. Una impresora en blanco y negro, porque la foto que vayamos a transferir la imprimiremos en una hoja de papel normal con una impresora láser, ya que serán las partículas del tener lo que se quedará fijado en la madera.

La madera en la que transferiremos la fotografía: en mi caso, voy a utilizar dos cuadrados de madera de 19 x 19 cm. Como veis, he imprimido en papel la fotografía invertida respecto un eje vertical, ya que la foto se transferirá invertida. Lo mejor es imprimir las fotos un poco más grandes que la madera, para que la imagen nos quede transferida "a sangre". Aunque aquí no se ve, en experimentos previos en los que la imagen no iba de borde a borde, la zona no impresa queda un poco rara...

Gel medio o un producto específico para transferir fotos. El Gel medio lo podéis encontrar en tiendas de manualidades (en Guadalajara lo he visto en Arte Ges). Antes de verlo allí, encontré este producto en "Anjaná", una tienda de manualidades que hay en la plaza Virgen de la Antigua, 20 (detrás del mercado), y funciona bastante bien. También necesitaréis una brocha para repartir el gel medio y una tarjeta o algo fuerte y liso para fijar bien el papel a la madera.

Por último, una lata de cera y un trapo viejo, para el acabado. En este caso la he elegido con un toque de color nogal, aunque las hay mas rojizas, de sapeli, o naturales.

Una vez impresa la foto, os recomiendo que recortéis la imagen lo máximo posible, como para que nos queden dos o tres milímetros fuera de la madera. Si no hacéis esto, cuando el papel se humedece con el gel medio es muy difícil de manejar al tener partes fuera de la madera que no se han humedecido. Con esto esas partes son muy pequeñas y no se nos hará difícil su control. Repartimos el gel medio por la madera, de forma generosa, con la brocha, y pegaremos la hoja, teniendo mucho cuidado de que no se formen arrugas ni queden burbujas. Para eso nos ayudaremos con los dedos y con la tarjeta. Una vez hecho esto, debemos dejarlo secar, ocho o diez horas.

Una vez que esta bien seco, hay que eliminar el papel. Para eso, con una esponja iremos mojando el papel, y con los dedos iremos frotando el papel. El papel va saliendo con mucha más facilidad de la que parecería. Hay que ser constantes y eliminar todo, porque de no hacerlo así, quedará una pátina blanca en la foto cuando se seque, como se ve en el detalle de la foto de la cafetera.

Dejamos secar otra vez, y una vez que estamos seguros de que no queda nada de papel pegado, o queda ya muy poco, recortamos los bordes resecos de gel medio y aplicamos la cera con el trapo.

Al final obtendremos algo así, listo para poder decorar, por ejemplo, nuestra cocina: