La primera idea fue utilizar algunas diapositivas para mostrar algo de mi trabajo de los años 80 y 90. El propio concepto de diapositiva hace que, para que pueda verse en la fotografía, deba haber un contraluz. Pero el caso es que el resultado no me terminaba de satisfacer. Finalmente, el cactus que tenemos en casa, y que nos recuerda a Andrés mientras que está en tierras vikingas (ese tipo de cosas que supongo que hacen todas las familias), ha servido perfectamente.
La luz viene de una lámpara led situada justo detrás del cactus, sin utilizar la cenital de la caja de luz. La iluminación frontal del cactus viene del propio ambiente, ya que esta hecha justo después de comer. Son 9 tomas, que aseguran un buen stacking para sacar todo enfocado, con la Fuji X-pro2 y el 80mm Macro f/2.8 a ISO 200, f/8 y 1/15s.