viernes, 29 de septiembre de 2017

De mediodía al atardecer

Todos los fotógrafos sabemos que hay unas horas del día que son las mejores para fotografiar. Si lo que estás fotografiando es un paisaje, hacerlo en esas horas mágicas es casi obligatorio. Me estoy refiriendo a la hora dorada y a la hora azul. Otro día os hablare de ellas con mas detalle, y lo que es más importante, de cómo saber a que hora ocurren...

Lo que sucede es que a veces estás en un sitio que te gusta a una hora concreta (pongámonos en el peor de los casos: a mediodía), y no vas a estar ahí al atardecer, que es cuando te gustaría estar. Está claro que si has ido ahí a hacer esa foto de manera premeditada, esto no ocurrirá, pero si vas con la familia y ves el lugar, va a ser casi imposible convencerles de que deben volver por la tarde al mismo sitio... ¿Qué haces entonces? ¿Renuncias a la fotografía? Yo te propongo que la hagas y que confíes en el postprocesado para conseguir la imagen que buscas.

Supongamos que un 5 de junio, a las 12 del medio día, pasas por Hita, el pueblo del Arcipreste, y te encuentras esta imagen:

En mi caso, ese día, y a esa hora, paré el coche, me metí entre las amapolas e hice la fotografía. De hecho es la que presenté en uno de los concursos sociales del año pasado (libre-Color).

Con el tiempo he estado investigando en cual sería la mejor manera de dar a ese cielo la calidez que tendría en el atardecer. No se si es la mejor, pero yo utilizo una forma bastante sencilla para conseguir esto:

Para conseguir esta segunda imagen tenemos que utilizar dos trucos de procesado: los objetos inteligentes de Photoshop y las máscaras de luminosidad. En primer lugar, a partir de la foto original y utilizando Lightroom, hacemos el revelado de la fotografía, poniendo especial interés en lo que no es cielo (que es lo que vamos a transformar). De hecho, podemos quitar saturación del color azul, para que el efecto quede más realista. Una vez que hemos revelado la fotografía la abrimos como objeto inteligente en Photoshop. Esta será nuestra imagen de fondo.

Antes de obtener el cielo rojizo, necesitamos crear una máscara de luminosidad, con la que seleccionar el cielo. Podéis elegir cualquier otro método, pero sinceramente, las máscaras de luminosidad funcionan estupendamente. Si no sabéis cómo se hacen, la cosa es sencilla. Os vais a la pestaña de "Canales" y hacéis Cmd+click en en canal RGB (Ctrl+click si tienes un PC). Con la selección que hace esa acción, creáis un canal nuevo, haciendo Alt+Click en el símbolo de nuevo canal (un rectángulo con un circulo dentro). Ponedle un nombre reconocible como "Luces". Podéis generar más máscaras de luminosidad que se centren en cosas cada vez más luminosas haciendo Cmd+Shift+Alt+Click en ese canal y guardando la selección en uno nuevo. Cada vez que hagáis esto generaréis un nuevo canal que os permitirá seleccionar luces cada vez más altas, dejando fuera las que no lo son tanto. Para este ejemplo, me bastó con crear el primer canal de luces.

Para dar el color rojizo al cielo, creamos una copia de la capa que tenemos en Photoshop. Para que sean independientes, pinchamos con el botón derecho en la capa y seleccionamos "Nuevo objeto inteligente mediante copia". Una vez generado, pinchamos con el botón derecho en la nueva capa y seleccionamos "Grupo a partir de capas". A continuación hacemos cmd+click en el canal de luces, para tomar la selección y teniendo seleccionada la carpeta del grupo, creamos una nueva capa, que se llenará con el contenido del canal. Con esto, todo lo que hagamos a ese grupo, que de momento sólo tiene el segundo objeto inteligente, solo afectará a las luces de la fotografía.

A partir de aqui podeis enrojecer el cielo como querais. Yo utilizo dos elementos: en primer lugar pincho dos veces sobre el nuevo objeto inteligente y le subo la temperatura de color. Además, le añado una capa de "Filtro de fotografía" (que se queda dentro del grupo que he creado), y le pongo un filtro caliente con un valor alto. Pongo una mascara de capa tanto en el objeto inteligente como en el filtro de fotografía, y con un pincel negro con la opacidad al 10% voy eliminando el color naranja de donde menos me interese: en este caso, las amapolas y la zona verde, al menos en parte, aunque dejo la carretera con ese toque cálido de la temperatura de color alta. Con esto tendríamos la segunda imagen terminada.

Como todo, estos procesos terminan teniendo una componente muy personal, así que, ponte manos a la obra y prepara tu método particular a partir de este, con los procedimientos que más te gusten.