La Habana Vieja tiene un aire señorial y decadente al mismo tiempo. La situación del país hace que la mayoría de las casas estén clamando por algo más que mantenimiento, y los coches siguen andando gracias a la habilidad de unos mecánicos que yo no se qué harían con un coche de los de ahora.
El caso es que mientras que visitaba el Capitolio, un edificio completamente fuera de contexto por su grandiosidad, comenzó a llover. Me asomé por una de las ventanas de unos aseos que daban a la calle de atrás, donde esta la fábrica de Partagás, para ver como caía el agua, y vi esta escena.
Teniendo en cuenta que mi cámara en ese momento era una Canon 400D que calzaba un Sigma 18-200 (de esos que te compras cuando aún crees que con ese objetivo tienes tu vida resuelta), creo que no salió nada mal. El resto de los datos son: Distancia focal: 78mm, 1/125s f/5,6, ISO 400. Tiene bastante procesado en PS para sacarle bien los colores y los reflejos del suelo. La escena que queda, a mi me encanta, y tambien ha gustado en el tercer concurso de la Liga Interagrupaciones de la CEF, ya que ha obtenido 23 puntos (el máximo ha sido 25), y he quedado primero de los participasen de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara. En estos momentos la AFGU va tercera en la Liga, y yo voy segundo, a sólo un puntito de mi compañero Virgilio Hernando. Habrá que seguir empujando... :)