miércoles, 28 de marzo de 2018

Entrada número 500

Cuando el 16 de diciembre de 2008 me decidí a iniciar un blog, no sabía realmente qué quería hacer. Por un lado, me apetecía mostrar algunas fotos. Por otro, escribir sobre cosas que iba aprendiendo y que pudieran servir a otros fotógrafos. El caso es que tacita a tacita, como decía aquel anuncio, y con un año sabático por medio, he llegado al post número 500. Es una cifra bastante redonda que, os juro, no pensé jamás alcanzar.

Si alguien se repasara todas las entradas (lo que no os recomiendo, por vuestra propia salud mental), vería que hay bastante coherencia en mi forma de presentaros mi trabajo. No deja de ser sorprendente, sobre todo porque en casi diez años todos evolucionamos. Supongo que yo también (al menos quiero creer que he evolucionado en mis fotos), aunque apenas se note en la forma de escribir o de dirigirme a vosotros.

Lo que sí he hecho varias veces es cambiar el aspecto del blog. En estos días estoy haciendo una nueva remodelación, a un color más claro y con una nueva imagen "de marca". Además estoy reestructurando el menú superior y en las próximas entradas os iré contando qué podéis encontrar ahí. De momento, si os apetece, ya hay cosas visibles. En todo caso, no hay sorpresas. Al final sigue siendo lo mismo: mi historia fotográfica, y mi proceso como aprendiz, pero todo evoluciona y creo que es importante que esa evolución también afecte al blog.

Nunca me ha preocupado si tenía mucha gente al otro lado, o si sólo había una persona. Me consta que hay al menos un amigo que me sigue, y para mí, ya es bastante. En realidad creo que lo haría aunque no hubiera nadie leyendo esto, porque en realidad lo hago porque me gusta. Quizá sea un poco egoísta por mi parte, pero es la verdad.

En todo caso, gracias a los que estáis al otro lado...