Quizá lo último que sepáis es que alguien de ese medio contactó conmigo. Como creo que os debo a muchos el que os hicierais eco de la noticia en las diferentes redes sociales, os cuento el desenlace.
Tras el primer mensaje de contacto y de solicitud de disculpas, llegó un segundo, en el que me comunicaban que habían quitado la fotografía (de hecho, ya no está) y abundaban en la solicitud de disculpas. A esto les conteste que no era suficiente, puesto que el uso de la fotografía ya se había producido. Como era una cuestión de derechos y no de pasta, les invité a resolverlo comprando los derechos de uso de la foto en cuestión en Fotolia.
Debo decir que pasado algún tiempo, y unos cuantos mensajes cruzados después, ya pensé que no la comprarían y estaba, incluso, dispuesto a publicar tal día como hoy, un post con un tono muy distinto.
El asunto es que finalmente, recibí un mensaje con la compra por su parte, con lo que entiendo que el asunto queda saldado. Ni a ellos les ha salido caro, ni yo me he hecho rico (os lo puedo asegurar), pero es bueno que todo el mundo se acostumbre a que lo que hay por ahí tiene dueño, y que no se puede usar alegremente sin permiso...