viernes, 21 de agosto de 2009

Suerte o paciencia...

Decía Picasso, "Cuando llegue la inspiración, que me encuentre trabajando". Parece poco modesto traer una frase de un genio a este blog, pero tiene mucha relacion con una conversación que manteníamos algunos miembros de la AFGu alrededor de unas cervezas y unas mixtas a mediados de julio. ¿Cuanto tiempo sois capaces de esperar para lograr la foto que quereis hacer?

Cuando estuve en La Habana pase mis primeros días con una familia de allí (practicamente "adoptado" --por cierto, muchas gracias otra vez por todo :) --), a los que debí aburrir en algunos momentos con mis esperas en los cruces para sacar alguna foto "típica" de un edificio del Paseo del Prado y alguno de esos coches de los años 50 que milagrosamente aún circulan por la isla.

Una noche de esos primeros días fuimos a ver "el cañonazo": una tradicion que se remonta a la época de Carlos III y que consiste en marcar la hora de la ciudad con un cañonazo a las 9 en punto de la noche (la hora ha cambiado con el tiempo, pero el espíritu se mantiene). En la actualidad, un pelotón, vestido con las ropas de la época y la bandera con el aspa roja sobre fondo blanco, se encarga de mantener la tradición con un cañón de pólvora de los de antes.

Conseguí ponerme en una buena posición, hacer algunas pruebas de luz, y esperar casi 20 minutos a que llegaran los soldados. A pesar de que sabía que el ruido (el de las fotos, no el del cañonazo, que también lo fué) iba a ser enorme, porque mi canon 400D es bastante inutil por encima de 400 ISO, y necesitaba 1600, preferí hacer las fotos a no hacerlas. El resultado son algunas tomas que me gustan mucho, en las que la gracia está en calcular cuándo hay que darle al dedo...:



Ambas estan hechas a 18 mm (28 equivalente) con un minitrípode manfroto en el suelo, a f4,5 y 0,6 y 1s respectivamente. Para el procesado he utilizado lightroom y photoshop (aunque sin mucho esfuerzo).

Como siempre, son mejorables, al menos con otra cámara y sin duda, con otro fotógrafo :), pero creo que no estan mal.