viernes, 6 de octubre de 2017

Cespedosa en la Universidad de Alcalá

Es posible que muchos de vosotros hayáis tenido la oportunidad de ver las magníficas fotografías que Juan Manuel Castro Prieto expuso en Tabacalera a finales de 2016. La exposición, comisariada por Chema Conesa, presenta un auténtico proyecto río en el que el autor nos muestra su pueblo a lo largo de los últimos 40 años. Patrocinada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través de la Subdirección General de Promoción de las Bellas Artes, nos muestra un buen ejemplo de lo que las administraciones públicas pueden ofrecer a la Cultura.

Con el mismo patrocinio, y con el buen hacer de los profesionales del Servicio de Extensión Universitaria de la Universidad de Alcalá, desde el 28 de septiembre hasta el 15 de diciembre de 2017 podéis disfrutarla en su Sala de Exposiciones de Caracciolos. El edificio es una antigua iglesia, reconvertida perfectamente a gran local expositivo, con diferentes salas que permiten presentar perfectamente una obra de estas dimensiones. La dirección exacta: Sala San José de Caracciolos, C/ Trinidad, 3 y 5, 28801-Alcalá de Henares (Madrid). El horario de visitas es de lunes a viernes: de 11:00 a 14:00 h y de 16:00 a 18:00 h. Sábados, domingos y festivos: cerrado. La entrada es gratuita.

Por mi trabajo como Vicerrector de la Universidad me correspondió inaugurar la exposición. Un auténtico placer de los que de vez en cuando se te presentan en el trabajo; que no todo tiene que ser gestión pura y dura... En el acto, además del autor y el comisario de la exposición, nos acompañó Mª Teresa Gutierrez Barranco para presentar la figura de Castro Prieto. Para los que no le pongáis cara, Mª Teresa (otra buena amiga) fue la primera mujer presidenta de la Real Sociedad Fotográfica, allá por los noventa. Excelente fotógrafa y persona, tuvo unas palabras entrañables para contarnos cómo Juan Manuel era "perseguido" por todos en la Real para absorber las enseñanzas de su magisterio.

Maestro del positivado, es también un maestro de la sensibilidad. Como el propio autor confesaba el otro día, al poco tiempo de comenzar a hacer fotografías de su pueblo se dio cuenta de que en algún momento esas imágenes constituirían su memoria. Su memoria y la de toda su familia y sus vecinos. La exposición está llena de trozos de esa memoria, captada primero en negativos de 35mm, luego en 6x6 y posteriormente en placas de 20x25. Aparecen, personas, objetos, lugares... que se suceden de manera ordenada para sumergirnos en el pueblo de sus padres, Cespedosa de Tormes.

Para acabar con esta sencilla crónica, que sólo persigue animaros a que os acerquéis a Alcalá y visitéis la exposición, os recomiendo que adquiráis el libro que la acompaña: 257 páginas llenas de excelentes fotografías en un papel de la más alta calidad. Editado por el propio Juan Manuel, en cuanto lo tengáis en las manos podréis apreciar que no se han escatimado recursos en su factura. El precio del libro es exactamente su coste: 25€, y os aseguro que es un precio ridículo para una obra como esta.

Y por cierto, me dicen que del 15 de noviembre, a las 19:00, habrá un encuentro con Juan Manuel Castro Prieto y Chema Conesa en la propia Universidad de Alcalá. Aún no me han confirmado el lugar. Estad atentos a la página de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara porque hemos incluido la visita al acto entre nuestras actividades de noviembre y podréis enteraros de todos los detalles.